La mayor parte de los condensadores
llevan entre sus láminas una sustancia no conductora o dieléctrica. Un
condensador típico está formado por láminas metálicas enrolladas, separadas por
papel impregnado en cera. El condensador resultante se envuelve en una funda de
plástico. Su capacidad es de algunos microfaradios.
La botella de Leyden es el condensador
más primitivo, consiste en una hoja metálica pegada en las superficies interior
y exterior de una botella de vidrio.
Los condensadores electrolíticos utilizan
como dieléctrico una capa delgada de óxido no conductor entre una lámina
metálica y una disolución conductora. Los condensadores electrolíticos de
dimensiones relativamente pequeñas pueden tener una capacidad de 100 a 1000 mF.
La función de un dieléctrico sólido
colocado entre las láminas es triple:
Resuelve el problema mecánico de
mantener dos grandes láminas metálicas a distancia muy pequeña sin contacto
alguno.
Consigue aumentar la diferencia de
potencial máxima que el condensador es capaz de resistir sin que salte una
chispa entre las placas (ruptura dieléctrica).
La capacidad de un condensador de
dimensiones dadas es varias veces mayor con un dieléctrico que separe sus
láminas que si estas estuviesen en el vacío.
Sea un condensador plano-paralelo cuyas
láminas hemos cargado con cargas +Q y –Q, iguales y opuestas.
FUENTE: http://www.sc.ehu.es/sbweb/fisica/elecmagnet/campo_electrico/dielectrico/dielectrico.htm
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